miércoles, 25 de junio de 2008

Think the sun shines out your ass

JUNO: Dad, I just need to know if it's possible for two people to stay happy together forever, or at least for a few years.

DAD: It's not easy, that's for sure. Now, I may not have the best track record in the world, but I have been with your stepmother for 10 years now and I'm proud to say that we're very happy. In my opinion, the best thing you can do is find a person who loves you for exactly what you are. Good mood, bad mood, ugly, pretty, handsome, what have you, the right person will still think the sun shines out your ass. That's the kind of person that's worth sticking with.

(La Joven Vida de Juno)

Cambia, todo cambia

Terminamos tomando cerveza con su rodilla rozando la mía. Se estiró en la silla de forma tal que era inevitable que nuestras piernas chocaran. Me pareció que era por la falta de espacio y ni me molesté en correr mi pierna, pero cuando lo pensé a la mañana siguiente me dio la impresión de que quizás había sido intencional, una forma de acercarse, de tantear si todavía pasaba algo . En otro momento (otra vida parece ahora) me hubiese desvelado toda la noche pensando si él realmente sentía algo por mí. Pero esa vez, años después de nuestro último encuentro, no sentí nada. No hablo de esas cosquillas en la panza de cuando te gusta alguien, ni de esa seducción que pasa por rozar una mano o una pierna, digo que ni siquiera me incomodó. Terminamos la cerveza y luego de unos bostezos míos decidimos que era hora de partir cada uno a su casa. Es raro como cambia el tiempo a las personas. Es raro como cambian las relaciones entre las personas.

martes, 10 de junio de 2008

All you need is love

Algunas veces me pregunto por qué esas parejas que parecen más amigos que enamorados y en las que no se vislumbra pasión alguna duran tanto tiempo, mientras que otras que destilan amor por todos los poros se terminan así sin más (bueno, o se terminan igual de pasionalmente que empezaron). Hay excepciones claro, y nada mejor que una pareja enamorada que además dura en el tiempo, porque cuando una de esas parejas se separa, la desilusión nos alcanza a todos.

¿Alguien tiene una respuesta?

viernes, 6 de junio de 2008

Caseros

Entramos por el mismo lugar por el que ingresaban los presos, ellos en transportes de la PFA y nosotros caminando. Unos profesores habían pedido permiso para usar la cárcel como locación para una publicidad y nos habían invitado a recorrer el lugar. “En poco tiempo la van a demoler, es una oportunidad para sacar fotos, grabar sonidos, registrar un lugar que en poco tiempo va a ser historia. Después podemos armar una muestra con los materiales”. Nos recibieron algunos guardias que iban a servir como guías en la visita.

Parada en el patio miré para arriba, la cárcel de Caseros trepaba hasta el cielo como una mole de cemento vacía. Arriba, se veía un cuadradito de cielo gris. Los presos ya habían sido trasladados a otras dependencias, pero los muros seguían ahí. También seguían los colchones húmedos, las telas con las que hacían “carpitas del amor” para recibir a las visitas, los mensajes escritos en las paredes, las fotos y los recortes de revista. Cada celda tenía la personalidad de su dueño. Nosotros jugábamos a adivinar quien la había habitado: un devoto del gauchito gil que llenaba las paredes con estampitas y frases de la biblia, un fanático de Chevy o un enamorado de Natalia Oreiro que la tenia pegada en todas sus versiones.

Mientras tanto los guardias contaban anécdotas de épocas pasadas. Eran tres, uno de ellos, Carlitos,
parecía empecinado en contar las historias más escabrosas. Nos explicaba como en la época del proceso torturaban a los presos y como les tiraban agua con lavandina en los ojos para separarlos cuando había alguna agarrada grande. Después nos dijo si queríamos ir a ver la capilla que estaba unos pisos más arriba, podíamos ir pocos, no nos iba a llevar a todos porque teníamos que ir en ascensor. Rápido se armó un grupito de cuatro o cinco que, cámaras en mano querían tomar la foto exclusiva. Sin decir nada para no llamar la atención del resto, salimos con nuestro guía para la parte superior.

Carlitos nos llevó hasta la capilla, un salón enorme con una imagen de la virgen en el frente y algunos bancos de madera destrozados. Después fuimos a un gimnasio y a una oficina, que era suya cuando todavía todo estaba en funcionamiento. Yo me acuerdo todo gris, pero ahora que lo pienso puede que el recuerdo sea más bien de las fotos que saqué en blanco y negro durante todo el recorrido. Después de dar unas cuantas vueltas por los pisos superiores, quisimos volver con nuestros compañeros. Carlitos nos hizo bajar por las escaleras. En un momento nos encontramos caminando por un lugar lleno de vidrios rotos y nos advirtió “ojo que esto era la enfermería y por ahí hay jeringas tiradas con sida, estos tipos eran tremendos, cuidado que es un peligro”. Bajamos varios pisos, pero parecía que estábamos caminando en círculos, Carlitos dijo “creo que nos perdimos”. Pensamos que quería asustarnos, pero el tipo no se reía. Los celulares no funcionaban, estábamos en una zona con poca señal, y hubo un instante de desesperación en el que nadie habló. En eso escuchamos las voces de nuestros compañeros y el tono chillón de una de nuestras profesoras. Empezamos a gritar y nos respondieron, estaban sólo un piso más abajo que nosotros. Nos metimos entre los vidrios y bajamos como pudimos para unirnos al resto del grupo. Al mediodía terminó la visita, algunos se quedaron sacando fotos, y los más nos fuimos. Cuando salí el viento me pegó en la cara más fuerte y más frío que antes. Respiré el aire sin olor a encierro y guardé la cámara en el bolso.

A la semana siguiente nos reunimos en la clase con los materiales que habíamos registrado en la cárcel y con algunas producciones propias. A todos nos había movido la experiencia y queríamos continuar con el proyecto. Se nos ocurrió que sería bueno entrevistar a alguno de los guardias. Sin dudarlo nos decidimos por Carlitos. El tipo no tenía filtros. Contaba cualquier cosa. No se esforzaba en disimular los abusos de los canas ni quería hacer quedar bien a la institución. Los profesores llamaron a la cárcel para preguntar si Carlitos podía venir la próxima semana a conversar sobre el tema. El que los atendió dijo que no había ningún Carlitos. Si, insistieron, era uno de los tres guardias que nos guió cuando fuimos con el grupo de alumnos. No había tres guardias, sólo dos, fue la respuesta al otro lado del teléfono.

miércoles, 4 de junio de 2008

Rusia for export

Local de comida rusa en Almagro. Polcas y otras melodías rusas en tono altísimo, sumado a las voces de los comensales que cada vez hablan más alto para hacerse escuchar. En eso, apagan la música y se hace un silencio total. Uno de los dueños grita desde la barra con su mejor acento ruso arrastrando las erres:

- ¿Los amigos de Lara? ¿Quiénes son los amigos de Lara?

Los comensales se miran unos a otros, hasta que dos chicos que estaban sentados en una mesa para seis miran desconcertados y levantan la mano temerosos, como cuando la directora del colegio busca resonsables para recibir amonestaciones.

- ¿Ustedes son los amigos de Lara, eh?
- Eh, si, nosotros
- Eh, ustedes chicos son unos mentirosos. Recién llamó Lara dijo que sus amigos vinieron acá y dijeron a ella que no había lugar. ¡Minga no hay lugar! dije. Hay lugar acá. Rusos hijos de puta dicen no hay lugar cuando hay mesa libre para espantar clientes va a pensar.
- Eh, no, pero la estamos esperando
- Si espera porque dije que había lugar, ahora viene Lara.

Y ahí nomás arrancaron de nuevo las polcas a todo volumen . Mientras todos los clientes se reían y los flacos de la mesa no sabían como hacer para no llamar la atención.

La noche terminó con uno de los dueños dormido en la mesa de unas gringas a las que se quería levantar. Se había tomado media botella de Absolut del pico mientras le contaba a una pareja que la chica rubia que atendía las mesas antes era su novia, pero que lo dejó y no quiso ir a trabajar más ahí.

Uno de mis lugares favoritos para comer en el barrio.

lunes, 2 de junio de 2008

El Exterminador

Para esa época, en el departamento habían aparecido unas mosquitas chiquitas, negras, estúpidas, que después de aburrirse de revolotear sobre la pila de platos sucios de la pileta de la cocina, se habían extendido hacía los restos de comida que solían quedar en el living. Esa tarde las maté una por una con un mosquitero de plástico celeste que había sido de mi abuela. Me parecía excéntrico utilizar esos métodos manuales para la eliminación de insectos en lugar de recurrir a sofisticados aparatos eléctricos o venenos en aerosol. Matarlas de a una, con la estrategia y la precisión de un cazador, se había convertido en mi especialidad ese verano. Podría decirse, que me había convertido en el aniquilador profesional de mosquitas de Almagro.

A fin de volver a tomar el mando de mi vida, que durante algunos años había cedido generosamente a Graciela, comencé a poner un poco de orden a mis días. Especialmente en mi relación con el sexo opuesto. Se me había ocurrido algo que en ese momento me pareció de una genialidad suprema. Un test, un test tonto y sin ninguna complicación, pero que me permitiría descartar de un modo preciso, inequívoco y definitivo a cualquier mujer incorrecta que se acercara a mi vida. Cómo si la posibilidad de una pareja dependiese únicamente de la compatibilidad cinematográfica. O mejor aún, como si la remota posibilidad de la compatibilidad de pareja dependiese del puntaje que la “ella” en cuestión le otorgase a “El Gran Lewoski”, película que por esos días se me había antojado lo mejor que me había pasado en los últimos tiempos.

Así, durante los tres meses de calor agobiante concurrí a ciclos de cine, visité foros de películas en internet y deambulé por reuniones de amigos con un único fin: descartar mujeres equivocadas, o encontrar a la correcta, que bajo los efectos narcóticos del calor, parecía ser exactamente lo mismo. El sábado se convirtió para mí en un día ritual que ordenaba y daba sentido al resto de la semana. Por la mañana comprar los ingredientes para preparar la cena, por la tarde limpieza del departamento y matanza de mosquitas una a una con mi perfeccionado método manual, a las cinco o seis de la tarde llamado casual para coordinar el encuentro, por la noche cocinar la cena, algunos besos en el sofá, el dvd de los hermanos Coen que había comprado en parque Rivadavia, y justo antes de cogerla, la pregunta de rigor “¿Qué puntaje le darías a la película?”

Mrs Rabbit

Nene de cuatro o cinco años, frente a un local de "lencería erótica": mirá pa, mirá -señalando un disfraz de conejita- ¡mirá que lindo para regalarle a mamá!

martes, 27 de mayo de 2008

Para el café con leche

"sos más rica que una medialuna crocante"

viernes, 23 de mayo de 2008

Gente Rara

Hijo de cubanos, nacido en Miami, trabaja como ejecutivo de cuentas para Latinoamérica de una empresa (norte) americana. Sus padres hablan español, sus amigos cubanos o hijos de cubanos también. Un latino en el país del norte. Él habla un español perfecto, como es de esperarse. Noto que no es argentino por su acento, un acento típicamente centroamericano, cubano diría si hubiese estado en cuba, pero como no estuve lo puedo confundir con un acento colombiano o costaricense. En medio de la conversación, de la nada, como si de repente yo le estuviera hablando en sueco se sonríe y me dice con su mejor acento latinoamericano “perdona si no soy muy rápido, pero el español es mi segunda lengua”.

martes, 20 de mayo de 2008

Relaciones peligrosas

El siglo recién se iniciaba y aún nos faltaba recorrer mucho en materia de relaciones. El invierno no era tan frío como el pasado, ni tan lluvioso como este. Era un invierno estándar, digamos. El encuentro comenzó a la salida del trabajo en una esquina porteña, continuó en un bar del centro con unos tragos (¿daiquiris?), se trasladó más tarde hasta el bajo para cenar sushi, y finalmente desembocó en un sillón de dos cuerpos de un departamento antiguo de San Telmo. Llegados allí, la situación tomó un tono extraño. Contrariando toda lógica, los besos no se intensificaron, sino que se espaciaron y el dueño de casa en lugar de ofrecer sexo apasionado, optó por invitar un café mal hecho en su cocina. Allí sucedió el siguiente diálogo:

- ¿pasa algo?
- no, nada, bueno, en realidad si...
- ok, decime
- ¿viste la chica que estaba en mi cumpleaños el otro día? ¿la que me miraba cuando hablaba con vos y que me vino a pedir que le alcance la cartera?
- si
- bueno, me dijo que está enamorada de mí, y no sé, somos compañeros de trabajo y yo creo que tendría que estar con ella. Yo quería estar con vos cuando estuve con vos. Pero ahora no sé.
- ¿y para decirme esto me hiciste venir hasta acá y me tuviste todas estas horas dando vueltas por la ciudad?
- bueno, no me pareció decirte por teléfono
- M., pero nos vimos dos veces nada más, no somos novios, no tenemos una relación, no era necesario esto, ¿entendés?
- bueno, pero vos me pareces una persona especial
- …
- ¿querés ver un rato de tele?
- no, me quiero ir a casa, ¿me pedís un taxi?
- ¿no te querés quedar a dormir? Yo duermo en el sillón si no querés dormir conmigo
- …
- ¿no?

viernes, 16 de mayo de 2008

Hoy quiero


Calle de Cusco. Donde todo es lindo. Hasta el nombre de las calles.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Papelito

Varios años atrás, en una época en que yo estaba muy triste, un compañero de trabajo me dejó un papelito doblado en la mano. Decía “haga lo que la hace sentir bien”. A Rafa hace tiempo que no lo veo, el papelito creo que también lo perdí, pero cada tanto, cuando lo necesito, sigo el consejo.

lunes, 12 de mayo de 2008

Señas personales

Yo soy ella, esa nena chiquita que cuando está oscuro tiene miedo de que salga el monstruo que vive en el placard y se coma cruda a toda su familia, entonces me despierto en la mitad de la noche casi al borde del llanto, agarro mi osito de peluche y me escondo bien abajo de las sábanas para que no me encuentre, pero a la mañana cuando me levanto yo ya soy él, un señor serio y callado que mira a todos desde la cabecera de la mesa mientras desayuna mate amargo con noticias económicas, y entre mate y mate espío por arriba de mis anteojos al par de ojos que me escudriñan intentando descifrar mis pensamientos, les devuelvo una mirada amenazante y me río despacito para adentro, porque soy un señor serio y los señores serios no se ríen, miro el reloj, son las ocho y media, armo el nudo de la corbata lo más rápido que puedo y salgo a la calle con mi mejor vestido, toda una señora, madre de dos hijas, abuela de una nieta dando consejos a diestra y siniestra a quien quiera o no quiera oírme, hasta la tarde, cuando la mayoría de las veces soy ese perro que se sienta solo en la esquina y cada tanto le muerde los tobillos a algún ciclista de puro aburrido. Aunque debo reconocer que algunas veces -las menos- en este hipo de personalidades que es mi vida también me encuentro a mí mismo, y entonces por un rato yo soy todo yo... esos momentos son mi mayor felicidad, estiro de punta a punta mis extremidades y me hago cosquillas en la planta de los pies disfrutando mi cuerpo a más no poder. Pero la tranquilidad dura poco, porque ahí nomás vuelve ella para pedirme que por favor esta noche no apague la luz, intento explicarle con palabras dulces que no pasa nada, pero como siempre logra convencerme y prendo el velador para que se quede tranquila, después, como quien no quiere la cosa, me voy caminando despacito para no hacer ruido con las pezuñas, me meto en el placard y espero en silencio hasta que todos se quedan dormidos.

jueves, 8 de mayo de 2008

Mientras duermo

Antes de dormir hablamos de s., que llama a los amigos todos los días para no llamar a la ex, o que les pregunta si está mal que la llame. Uno de sus amigos dice que lo entiende, porque a él le pasa igual, pero que hay que aprender a soltar. Aprender a soltar.

A la noche sueño que estoy en México, en un ritual, algo medio de película de indios norteamericana. Hay fuego y gente que baila. Yo tengo un collar largo, dorado, tipo rosario. Alguien me dice que si un hombre me toca durante el ritual, ya no me voy a poder despegarme de él. Aparece un muchacho joven con un collar como el mío y me agarra de la cintura. Me gusta, pero me da miedo no poder separarme de él nunca más. Me dan ganas de llorar y le pregunto por qué me agarró a mí, por qué. Me besa y no me contesta. El resto de la gente invoca a un dios, suena como azteca, o maya, o inca. O alguna virgen mexicana. Cuando me despierto me quiero acordar el nombre, pero no puedo. Después sueño con Sandro, el de rosa-rosa, que está con una bata negra de raso y me abraza, me da besos en el cuello, me toca y me invita a dormir con él. Yo me río, medio como que iría, pero parece que no. ¿Además ese señor no está conectado a un tubo de oxígeno ahora?. Cuando cierro los ojos de nuevo, vuelvo a soñar, ahora duermo con f en un departamento en la playa, nos viene a despertar la señora que nos alquila el departamento y nos dice que estaba preocupada porque son las 9 de la noche y nosotros no salimos en ningún momento. No puede ser, le digo, afuera es de día, ¿cómo las 9 de la noche?, nos quedamos dormidos todo el día y no nos dimos cuenta.

Suena mi despertador. A la media hora el de él y yo sigo en la cama. Me baño y desayunamos rápido.

Cuando llegamos al subte baja una señora corriendo y nos empuja. La señora lleva un bebé en brazos y una nena de unos 8 años arrastrando con la mano que le queda libre. Grita ¡Alan! ¡Alan! Si estás en el subte bajá, tenés que bajar acá. Los pasajeros empiezan a gritar el nombre del chico. Todos al grito de Alan bajá que te espera tu mamá. Por los altoparlantes dicen “se solicita al niño Alan descender de la formación”, después cambian de estrategia “Alan, bajá tu mamá te espera en el anden”. El subte se queda en la estación varios minutos y no pasa nada. Después arranca y vuelvo a ver a la señora llorando, con el bebé en brazos y la nena en la mano, ahora van acompañadas por una señora de metrovías. Dejo pasar un subte porque se acumuló mucha gente y nos subimos al que viene atrás.

miércoles, 7 de mayo de 2008

vida



Le dije a una amiga:
-La vida siempre me sobreexigió.
Ella dijo:
-Pero recuerda que también tú sobreexiges a la vida.


Clarice Lispector – Revelación de un mundo – 21 de octubre 1967

viernes, 2 de mayo de 2008

La Comunidad

Conmemorando el primer aniversario de mi llegada al edificio que nos alberga, algunas postales de la maravishosa vida en comunidad.

1-

Luego de reunión de consorcio, me retiro más temprano para sacar la basura a la calle y hacer las compras. Entro una hora después y me cruzo con el administrador. “L, estás en el consejo, te aviso, lo decidimos entre un par que quedábamos” “Ok, no sé que es el consejo, pero en principio no hay problema” “Perfecto, después pasá a firmar que estás de acuerdo con todo lo que decidimos”

2-

Reunión de “consejo”. Emilio (55), Susana (48), el administrador (33), su perra enana y mordedora Luna, y yo.

Emilio “esa haydeé es una reventada, siempre buscando quilombos la vieja esa”. Susana, mirándome complice, “y encima tiene marido, ja, digo, porque otras más normales estamos solas”. Emilio “dios te conserve la vista Susana, porque la lengua la tenés afilada”. Yo: …

3-

En un pasillo del edificio

Haydeé: “Emilio, me enteré que querés pintar el edificio con la plata del fondo de reserva, pero primero hay que limpiar el tanque de agua”
Emilio “no Haydeé, con esa plata se pinta”
Haydee “y eso quién lo dice?”
Emilio “El consejo”

miércoles, 30 de abril de 2008

Instrucciones para despertarme

Despertarme a las 10 abrazada en cama de plaza y media. Darte un beso, o dos, o tres y dormir un rato más. Que me despiertes con besos otra vez. Y un poco más. Y otro. Quedarnos un rato más abrazados. Que me compres medialunas para desayunar en la otra cama. Quedarnos ahí escuchando música con más abrazos, besos y eso. Que me digas una cosa que no tiene nada que ver con nada y que parece de lo más intrascendente pero que a mi me da ganas de abrazarte y darte un beso fuerte en el cachete, así, sin ruido, largo, apretando tu cara contra mi boca. Después abrazarte más fuerte y quedarme dormida un rato más.

lunes, 28 de abril de 2008

Preguntas

Me tiro las cartas, leo el horóscopo, busco respuestas en cosas ridículas (como por ejemplo: si pasa un auto rojo y después uno gris quiere decir que sí, si el orden es invertido, que no), miro las estrellas esperando alguna señal, y paso horas y horas sin dormir buscando una respuesta para saber si lo que hago está bien o si estoy completamente equivocada.

(las opiniones entre amigos y familiares están repartidas, mi psicóloga se mantiene neutral, y yo estoy casi segura que dentro de algunos meses alguien me va a decir “ahora no llores, yo ya te lo había dicho”)

Palabras de otros

me he enamorado irremediablemente, lo cual sólo puede acarrearme un gran dolor

Sylvia Plath.

sábado, 19 de abril de 2008

jotapegé

Un jpg de la carpeta
cumpleaños_2005
Un ícono más de los 568
Que forman la serie

Sos un conjunto de bits a 300 dpi
Un festejo en puro presente
Un pulóver verde
Que abraza mi cintura
Atrás de una mesa con torta de cumpleaños
Y vasos de plástico a medio llenar

Alguien dijo whisky
Y nosotros sacamos la lengua

A mí no me gustan
las cámaras digitales
dijiste
quichicientas fotos
que nunca ve nadie

Allá lejos y hace tiempo

Desayunando después de una fiesta

A: Vos sos como beige
Yo: Pero no está bueno ser beige, es aburrido
A: No, en vos es hermoso

jueves, 17 de abril de 2008

No bombardeen Buenos Aires

“Todo hasta donde se podía ver, se cubría de aquella nevada, nevada irreal, nevada de dibujos animados. Y mortal, terriblemente mortal…”

El señor del taxi que tomamos esta mañana entre varios cuando la B dejó de funcionar, dijo que esto lo está haciendo la gente del campo, que están prendiendo fuego todo para tirar abajo el gobierno K. Ya te lo dije yo, primero nos sacan las vaquitas y ahora nos están llenando la ciudad de humo. Federales contra Unitarios. Campo contra Ciudad. La historia se repite. (Bueno, si no son los del campo -la otra chica que viajaba en el taxi era del sector agropecuario y dijo que deningunamanera- por ahí son los extraterrestres de la historia que cito más arriba, quien sabe).

Update: de la conversación con una amiga "estamos metidos en un asado gigante" "y sin probar bocado!"

miércoles, 9 de abril de 2008

Subte B

Línea B demorada. La gente de amontona en el anden. Se fastidian. Se empujan. Hablan solos comentando que esto es una vergüenza. En la televisión pasan esa publicidad del dolor de cabeza. Llega un subte, luego otro y otro. Algunos suben como pueden, otros nos quedamos abajo. Un nuevo subte llega y una maraña se pelea por entrar, una mujer rubia de unos treintaytantos queda enfrentada a un muchacho de traje de unos ventialgo, intentan entrar como pueden pero no se despegan las miradas, y así, frente a frente, como si bailaran o jugaran a los mimos, hacen entrar una pierna, otra, un brazo, una cartera, un maletín. Desde afuera me parece ver que se sonríen cómplices. Luego se los traga la marea humana que sigue empujando para entrar desde el anden. El subte se va, y yo me quedo esperando.

martes, 8 de abril de 2008

Gente que vive sola

A: Bueno vos tenés masomenos la misma edad que yo, y es todo un tema el de las relaciones por los treinta. Vos dirás de los hombres, pero del otro lado pasa lo mismo. Todos muy fóbicos estamos. También, es complicado comenzar algo nuevo después de una relación larga. Y además casi todos vivimos solos y, viste, después se hace difícil convivir. Con el tiempo te acostumbrás a hacer lo que se te da la gana, se te pegan manías… y es medio complicado compartir con otro… que también tiene sus manías y está acostumbrado a hacer lo que se le da la gana… Ponéle, yo salgo del baño como tengo ganas, dejo la toalla tirada en el piso, lavo los platos si quiero y si no no, hago la cama sólo cuando viene gente de visita o se queda alguien a dormir…

B: Totalmente, yo como fideos tirada (literalmente) en el sillón mientras miro series de policias, ando en remerita-camisón por la casa a cualquier hora, el domingo desayuno a las 3 de la tarde sin atisbos de hacer un mínimo de limpieza en el departamento..

A: Un asco, ¿no?

B: Totalmente, ja

(Digo yo, los solteros-que-vivimos-solos tal vez deberíamos dejar de publicitar todos estos hábitos que adquirimos, ¿no? Como para no andar espantando a la gente de antemano. Digo yo.)

jueves, 3 de abril de 2008

Espacio

En el espacio que hay
Entre el fin de tu duda
Y el principio de tus ganas
Había algo ahí
Pidiéndome que me asomara a su ventana

"Ese Lunar" K Johansen

jueves, 27 de marzo de 2008

Palabras mágicas

“Hola nena”, dijo pasando su mano por mi espalda. Y yo ya no escuché nada más.

lunes, 17 de marzo de 2008

Aviones II

“… y rogamos a los señores pasajeros que antes de descender controlen no olvidar ninguno de sus (d)efectos personales en el avión”

Yo creo que los defectos los traje todos conmigo (mezclados con alguna que otra virtud). Lo que si dejé por allá son algunas mochilas que, a estas alturas del viaje, ya me andaban pesando un poco. Por las dudas no les puse etiqueta con mi nombre. No vaya a ser que aparezca algún alma generosa, de esas que nunca faltan, y se le ocurra devolvérmelas.

domingo, 9 de marzo de 2008

Bambino´s Pizzeria (Cusco)

A: Prefiere pizza pequeña, mediana o grande señorita?
B: La pequeña cuantas porciones tiene?
A: ocho señorita
B: y la mediana?
A: ocho señorita
B: ok, entonces la mediana.

lunes, 3 de marzo de 2008

Aviones

Escucho las instrucciones de la azafata sin oírlas, pienso que si realmente el avión se estrellara en el medio del océano sería una de las primeras en morir ahogada o congelada. Igual no me importa. Me divierte como hacen la mímica de memoria, agitando los brazos de arriba hacia abajo como si realmente estuvieran interesadas en lo que hacen. Pienso que ellas también se morirían ahogadas. Cuando me aburro comienzo a mirar por la ventanilla. Me ajusto el cinturón cuando me lo indican, porque después de todo soy obediente y no quiero causar problemas a nadie. El ruido de las turbinas tapa las voces y me hace olvidar que estoy rodeada de otros pasajeros. Vuelvo a mirar por la ventana. La tierra gira un poco, o es el avión el que gira. Me esfuerzo por mantener la vista en un solo punto: la torre del aeropuerto, las luces de la pista de aterrizaje, algo que me sirva de referencia para verlo achicarse hasta desaparecer. Una casa se convierte en un montón de cuadrados, después en un manchón verde y finalmente en nada. La cancha de river es un metegol, las calles pistas para autitos de juguete, la ciudad entera un manchón gris y zaz, de nuevo nada. Y así con todo. Desde lo alto miro por la ventanilla y elijo lo que no me gusta para hacerlo desaparecer como por arte de magia. Después el cielo, las nubes, el silencio.

miércoles, 27 de febrero de 2008

No Deseos

No te deseo amores ni desamores. No te deseo lo malo ni lo bueno. No te deseo la risa ni el llanto, la felicidad ni la infelicidad. No te deseo cumpleaños feliz, prospero año nuevo, ni felices pascuas. No te deseo regresos ni partidas. No te deseo. Ya no te deseo.

jueves, 14 de febrero de 2008

Lágrimas

“We're all unlucky in love sometimes. When I am, I go jogging. The body loses water when you jog, so you have none left for tears.” (Chungking Express - Kar Wai Wong)


Las lágrimas empiezan y se terminan del mismo modo, sin previo aviso. Como esas tormentas de verano que nos agarran en la mitad de la calle y no nos dan tiempo a llegar al techito de la parada del colectivo para ponernos a resguardo.

Yo soy especialista en llantos, y los que mejor me salen son los de mal de amores. Ahí si que lloro con todo: con los ojos, con la nariz, con el cuerpo entero. Me desarmo en pedacitos de lágrimas y me voy por la vereda arrastrando con la corriente alguna hojita que anda dando vueltas por ahí. Lloro en silencio con lágrimas que apenas me humedecen la cara, lloro en voz alta para que se enteren todos, lloro con mocos, lloro entrecortado, lloro mientras le cuento a una amiga porque nolevoyahablarnuncamás. Lloro porque en la tele pasan películas de amor o porque a alguien se le ocurrió poner un disco de Silvio Rodríguez. Lloro en la calle, en el colectivo, en el subte y en el diván de mi psicóloga. Lloro bajo la lluvia y bajo la ducha. Lloro, lloro y lloro, hasta que no me salen más lágrimas.

Y no es que dejo de llorar porque ya no estoy más triste, o porque no extraño, o porque no me importa nada más. No, dejo de llorar simplemente porque no me salen más lágrimas. Me esfuerzo y me esfuerzo, pero nada, ni una mísera gotita de agua salada. Y ahí sigo yo, caminando por la vida con el corazón estrujado y la garganta hecha un nudito, pero sin más lágrimas. Como si, sin previo aviso, alguien me informara desde adentro: “estimada, lo lamentamos pero usted ya se gastó las lágrimas disponibles para este año y para el próximo, no quedan más fondos disponibles en su cuenta”.

Y así, de a poquito, empiezo a llorar lágrimas secas, y (como ya no tengo lágrimas que me lo recuerden) me empiezo a olvidar del motivo por el que lloraba y casi sin darme cuenta me encuentro de nuevo caminando bajo el sol, sin paraguas y con la sonrisa pegada a la cara como si nada hubiese pasado.

(Por el momento no hay pronóstico de chaparrones ni tormentas a la vista. Pero por las dudas yo ya me anoté en el gimnasio vecino para empezar a transpirar la camiseta.)

miércoles, 30 de enero de 2008

Encuentros 2

Película china bajo las estrellas que, por tormenta de último momento, pasa a ser bajo techo. Corrida bajo la lluvia con sillas. Frío por la ropa que quedó mojada. Pan relleno y cerveza para la cena. Caminata lenta de regreso esquivando baldosas rotas.

Horas después durmiendo abrazados en cama de una plaza:

Él: ¿ese ruido fue de tu panza o de la mía?
Ella: mmno sé… ¿de la mía?
Él: ¿tenés hambre?
Ella: poquito
Ella: ¿y ahora? ¿eso fue mi panza o la tuya?
Él: mmno sé…¿la mía?
mmbesommbeso.

Sueño.

Afuera sigue lloviendo.

lunes, 28 de enero de 2008

Encuentros 1

Una habitación con poca luz ubicada en cualquier lugar. En el centro un hombre de ojos rasgados come arroz con palitos chinos. El silencio es absoluto y sólo se interrumpe cuando, por error, algún palito golpea suavemente el borde del plato. Sorpresivamente ingresa en escena una rubia platinada enfundada en un tapado de piel blanco, bastante mayor y con aires de actriz de Hollywood venida a menos. Corte. Toma fija del plato con restos de arroz. De fondo se oyen gemidos y gritos en algún idioma extranjero. No hay subtítulos.

viernes, 25 de enero de 2008

Nada

A: en ese momento yo estaba en una relación muy “formal”… que finalmente terminó en nada.
B: eso es lo que queda de todas las relaciones cuando se terminan, las formales y las informales: nada.


(En cualquier momento me pongo más positiva y escribo algo más up)

martes, 22 de enero de 2008

Tormentas de verano

Cuando era chica nos íbamos de vacaciones en febrero. Diciembre y enero eran meses de club y de jugar en la vereda con “las-nenas-de-enfrente” y “las-nenas-de-la-esquina” hasta que se iba el sol. Había tele sólo a la noche, porque (en esa época también) el gobierno tenía un plan de ahorro de energía que contemplaba dejarnos sin dibujitos al mediodía. En Canal 7 pasaban Aquiiiiii Cosquíiiiiin (y eso, lo único que tenía de bueno era que anticipaba que ya llegaban las vacaciones) En la hora de la merienda mi mamá nos preparaba jugo y galletitas con paté y a la noche, si seguía el calor comíamos en el patio y matábamos los mosquitos con espirales.

Algunas veces, los días de más calor, mientras jugábamos en la pelopincho y nos tirábamos agua con la manguera, el cielo se cubría con un enjambre de aguaciles. Primero eran uno o dos, pero al ratito habían cubierto el cielo y rompían el silencio con el aleteo enloquecido de sus alas. Eran una nube negra que anticipaba (y huía) de la tormenta.

Las últimas veces que llovió fuerte sólo vi un par, pero nunca volví a encontrarme con ese enjambre de cuando era chica. Todo era más fácil en esa época, más previsible, los días pasaban bastante igual, y eso estaba bien. Hasta las tormentas tenían la delicadeza de enviar señales claras que las anticipaban y te daban tiempo para correr a mirarlas desde adentro.

En los últimos tiempos, en cambio, la vida está teniendo la mala costumbre de tormentearme cómo quiere y sin previo aviso. A ver si nos entendemos, si viene tormenta que traiga señales claras. Igual, de acá en más, yo prefiero que se venga un tiempo largo de sol y sin chaparrones a la vista.

lunes, 21 de enero de 2008

Timing

Love is all a matter of timing. It's no good meeting the right person too soon or too late. If I'd live in another time or place ...my story might have had a very different ending.

(dicho por un personaje de "2046", the lovely film de Kar Wai Wong)

viernes, 18 de enero de 2008

Mini-mal

Amiga: conocí a la flaca con la que está ahora, nada que ver con vos, igual a la ex mujer.
Yo: ah, si?
Amiga: morocha, alta, exhuberante, ninguna lumbrera (sic), una mina más grande.
Yo: ajá.
Amiga: vendría a ser tu opuesto, je: chiquita, flaquita, rubiecita, onda intelectual, conversación interesante.
Yo: ajá, lo mío vendría a ser una versión minimalista de la femeneidad.

Bienvenidos

La última vez que escribí un diario fue 20 años atrás, tenía dibujos de sara kay y un candado en forma de corazón. Me aburrí antes de llegar a diciembre. Veremos que sucede con este. No prometo nada.