martes, 27 de mayo de 2008

Para el café con leche

"sos más rica que una medialuna crocante"

viernes, 23 de mayo de 2008

Gente Rara

Hijo de cubanos, nacido en Miami, trabaja como ejecutivo de cuentas para Latinoamérica de una empresa (norte) americana. Sus padres hablan español, sus amigos cubanos o hijos de cubanos también. Un latino en el país del norte. Él habla un español perfecto, como es de esperarse. Noto que no es argentino por su acento, un acento típicamente centroamericano, cubano diría si hubiese estado en cuba, pero como no estuve lo puedo confundir con un acento colombiano o costaricense. En medio de la conversación, de la nada, como si de repente yo le estuviera hablando en sueco se sonríe y me dice con su mejor acento latinoamericano “perdona si no soy muy rápido, pero el español es mi segunda lengua”.

martes, 20 de mayo de 2008

Relaciones peligrosas

El siglo recién se iniciaba y aún nos faltaba recorrer mucho en materia de relaciones. El invierno no era tan frío como el pasado, ni tan lluvioso como este. Era un invierno estándar, digamos. El encuentro comenzó a la salida del trabajo en una esquina porteña, continuó en un bar del centro con unos tragos (¿daiquiris?), se trasladó más tarde hasta el bajo para cenar sushi, y finalmente desembocó en un sillón de dos cuerpos de un departamento antiguo de San Telmo. Llegados allí, la situación tomó un tono extraño. Contrariando toda lógica, los besos no se intensificaron, sino que se espaciaron y el dueño de casa en lugar de ofrecer sexo apasionado, optó por invitar un café mal hecho en su cocina. Allí sucedió el siguiente diálogo:

- ¿pasa algo?
- no, nada, bueno, en realidad si...
- ok, decime
- ¿viste la chica que estaba en mi cumpleaños el otro día? ¿la que me miraba cuando hablaba con vos y que me vino a pedir que le alcance la cartera?
- si
- bueno, me dijo que está enamorada de mí, y no sé, somos compañeros de trabajo y yo creo que tendría que estar con ella. Yo quería estar con vos cuando estuve con vos. Pero ahora no sé.
- ¿y para decirme esto me hiciste venir hasta acá y me tuviste todas estas horas dando vueltas por la ciudad?
- bueno, no me pareció decirte por teléfono
- M., pero nos vimos dos veces nada más, no somos novios, no tenemos una relación, no era necesario esto, ¿entendés?
- bueno, pero vos me pareces una persona especial
- …
- ¿querés ver un rato de tele?
- no, me quiero ir a casa, ¿me pedís un taxi?
- ¿no te querés quedar a dormir? Yo duermo en el sillón si no querés dormir conmigo
- …
- ¿no?

viernes, 16 de mayo de 2008

Hoy quiero


Calle de Cusco. Donde todo es lindo. Hasta el nombre de las calles.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Papelito

Varios años atrás, en una época en que yo estaba muy triste, un compañero de trabajo me dejó un papelito doblado en la mano. Decía “haga lo que la hace sentir bien”. A Rafa hace tiempo que no lo veo, el papelito creo que también lo perdí, pero cada tanto, cuando lo necesito, sigo el consejo.

lunes, 12 de mayo de 2008

Señas personales

Yo soy ella, esa nena chiquita que cuando está oscuro tiene miedo de que salga el monstruo que vive en el placard y se coma cruda a toda su familia, entonces me despierto en la mitad de la noche casi al borde del llanto, agarro mi osito de peluche y me escondo bien abajo de las sábanas para que no me encuentre, pero a la mañana cuando me levanto yo ya soy él, un señor serio y callado que mira a todos desde la cabecera de la mesa mientras desayuna mate amargo con noticias económicas, y entre mate y mate espío por arriba de mis anteojos al par de ojos que me escudriñan intentando descifrar mis pensamientos, les devuelvo una mirada amenazante y me río despacito para adentro, porque soy un señor serio y los señores serios no se ríen, miro el reloj, son las ocho y media, armo el nudo de la corbata lo más rápido que puedo y salgo a la calle con mi mejor vestido, toda una señora, madre de dos hijas, abuela de una nieta dando consejos a diestra y siniestra a quien quiera o no quiera oírme, hasta la tarde, cuando la mayoría de las veces soy ese perro que se sienta solo en la esquina y cada tanto le muerde los tobillos a algún ciclista de puro aburrido. Aunque debo reconocer que algunas veces -las menos- en este hipo de personalidades que es mi vida también me encuentro a mí mismo, y entonces por un rato yo soy todo yo... esos momentos son mi mayor felicidad, estiro de punta a punta mis extremidades y me hago cosquillas en la planta de los pies disfrutando mi cuerpo a más no poder. Pero la tranquilidad dura poco, porque ahí nomás vuelve ella para pedirme que por favor esta noche no apague la luz, intento explicarle con palabras dulces que no pasa nada, pero como siempre logra convencerme y prendo el velador para que se quede tranquila, después, como quien no quiere la cosa, me voy caminando despacito para no hacer ruido con las pezuñas, me meto en el placard y espero en silencio hasta que todos se quedan dormidos.

jueves, 8 de mayo de 2008

Mientras duermo

Antes de dormir hablamos de s., que llama a los amigos todos los días para no llamar a la ex, o que les pregunta si está mal que la llame. Uno de sus amigos dice que lo entiende, porque a él le pasa igual, pero que hay que aprender a soltar. Aprender a soltar.

A la noche sueño que estoy en México, en un ritual, algo medio de película de indios norteamericana. Hay fuego y gente que baila. Yo tengo un collar largo, dorado, tipo rosario. Alguien me dice que si un hombre me toca durante el ritual, ya no me voy a poder despegarme de él. Aparece un muchacho joven con un collar como el mío y me agarra de la cintura. Me gusta, pero me da miedo no poder separarme de él nunca más. Me dan ganas de llorar y le pregunto por qué me agarró a mí, por qué. Me besa y no me contesta. El resto de la gente invoca a un dios, suena como azteca, o maya, o inca. O alguna virgen mexicana. Cuando me despierto me quiero acordar el nombre, pero no puedo. Después sueño con Sandro, el de rosa-rosa, que está con una bata negra de raso y me abraza, me da besos en el cuello, me toca y me invita a dormir con él. Yo me río, medio como que iría, pero parece que no. ¿Además ese señor no está conectado a un tubo de oxígeno ahora?. Cuando cierro los ojos de nuevo, vuelvo a soñar, ahora duermo con f en un departamento en la playa, nos viene a despertar la señora que nos alquila el departamento y nos dice que estaba preocupada porque son las 9 de la noche y nosotros no salimos en ningún momento. No puede ser, le digo, afuera es de día, ¿cómo las 9 de la noche?, nos quedamos dormidos todo el día y no nos dimos cuenta.

Suena mi despertador. A la media hora el de él y yo sigo en la cama. Me baño y desayunamos rápido.

Cuando llegamos al subte baja una señora corriendo y nos empuja. La señora lleva un bebé en brazos y una nena de unos 8 años arrastrando con la mano que le queda libre. Grita ¡Alan! ¡Alan! Si estás en el subte bajá, tenés que bajar acá. Los pasajeros empiezan a gritar el nombre del chico. Todos al grito de Alan bajá que te espera tu mamá. Por los altoparlantes dicen “se solicita al niño Alan descender de la formación”, después cambian de estrategia “Alan, bajá tu mamá te espera en el anden”. El subte se queda en la estación varios minutos y no pasa nada. Después arranca y vuelvo a ver a la señora llorando, con el bebé en brazos y la nena en la mano, ahora van acompañadas por una señora de metrovías. Dejo pasar un subte porque se acumuló mucha gente y nos subimos al que viene atrás.

miércoles, 7 de mayo de 2008

vida



Le dije a una amiga:
-La vida siempre me sobreexigió.
Ella dijo:
-Pero recuerda que también tú sobreexiges a la vida.


Clarice Lispector – Revelación de un mundo – 21 de octubre 1967

viernes, 2 de mayo de 2008

La Comunidad

Conmemorando el primer aniversario de mi llegada al edificio que nos alberga, algunas postales de la maravishosa vida en comunidad.

1-

Luego de reunión de consorcio, me retiro más temprano para sacar la basura a la calle y hacer las compras. Entro una hora después y me cruzo con el administrador. “L, estás en el consejo, te aviso, lo decidimos entre un par que quedábamos” “Ok, no sé que es el consejo, pero en principio no hay problema” “Perfecto, después pasá a firmar que estás de acuerdo con todo lo que decidimos”

2-

Reunión de “consejo”. Emilio (55), Susana (48), el administrador (33), su perra enana y mordedora Luna, y yo.

Emilio “esa haydeé es una reventada, siempre buscando quilombos la vieja esa”. Susana, mirándome complice, “y encima tiene marido, ja, digo, porque otras más normales estamos solas”. Emilio “dios te conserve la vista Susana, porque la lengua la tenés afilada”. Yo: …

3-

En un pasillo del edificio

Haydeé: “Emilio, me enteré que querés pintar el edificio con la plata del fondo de reserva, pero primero hay que limpiar el tanque de agua”
Emilio “no Haydeé, con esa plata se pinta”
Haydee “y eso quién lo dice?”
Emilio “El consejo”